EL TIEMPO NO TRANSCURRIDO

Desperté. El reloj aún no . Si bien seguía latiendo a buen ritmo, faltaba poco más de quince minutos para que su canto, horrible, desesperado, me hiciera estremecer como todos los días. Hoy no fue así. Una pesadilla logró adelantar el tiempo y suspender el sueño para dar paso a un nuevo día.
La habitación estaba en penumbras. Necesité encender la lámpara. Ahora sí podía ver y comencé a incorporar mi humanidad. Fue en ese momento que me dí cuenta que algo raro, distinto, sucedía dentro y fuera de mí. Era algo alucinante que me hacía sentir liviano, desbordante de alegría y de
recuerdos. Antiguos recuerdos que en realidad no había tenido en cuenta en años. Miré a mi alrededor y noté cambios en mi cuarto: las paredes estaban aguadas en colores verdes, mi escritorio se veía radiante, con una gruesa vitrea que lo cubría. Pero lo más extraño resultaron ser las cortinas, que estaban hechas con hojas secas pegadas sobre una tela laminada plateada.
¿Que es ésto? me pregunté. Qué había pasado. Quién había logrado hacer esos cambios sin que yo los pidiera y por qué.
Por supuesto no encontré respuestas.... En la soledad de ese lugar se percibía también un raro aroma. Un perfume casi metálico que me hacía estremecer aún más y que me hacía recordar a algún momento vivido en mi infancia. Traté de recordar... Sí, era el olor a la fundición del estaño.
En aquellos años, cuando me dirigía a la escuelita pasaba por un gran galpón donde se elaboraba ese metal.
¿Pero qué relación había entre aquello de tantos años atrás y este aroma en mi pieza y todos los cambios ocurridos en la misma? Pensé por varios minutos y volví a no encontrar respuestas.
Me recoste sobre la cama y en ese momento el desesperado y horrible canto del reloj se hizo notar.
Desperté por segunda vez.....

LA MIRADA

En la penumbra del cuarto la mirada atravesó el espacio dirigiéndose hacia mí. Sentí el escalofrío
del miedo acomodándose en mi interior. Quedé paralizado. Esa mirada la conocía demasiado como para no darle la importancia debida. Algo tenía que hacer....elaborar algún plan rápido y eficaz para poderle escapar.
Hacía ya algunos años que me perseguía maliciosamente pero me era imposible desprenderme de ella. Pero cada vez más y más temía al verla. De pronto la idea genial apareció: Tomé el diario, sin antes hacerme de fuerza suficiente, lo dí vuelta y la fotografía de aquel personaje de mirada inconclusa desapareció. Por ahora estaba a salvo .....

LA ESCALA DEL AMOR

Grave y profundo percibo el DO
comenzando la incesante escala del amor,
aumentando su imagen en el RE,
y ya en MI se detiene el siniestro clamor.

Siento el FA repetir con picardía infantil
y en el SOL se coloca en mi razón,
deteniéndose en el escalón del LA
el fuego que irradia mi corazón.

Solo falta decir que el SI encierra la fatiga
de saber si es una sinfonía
o una simple armonía
lo que yo contigo viviré.

SOMOS DOS

Toma mis palabras con las tuyas
y enciérralas en el fuego de tus labios.
Toma mi mirada en tu mirar
y aprisiónalas en la dulzura de tus ojos.

Toma mis caricias con las tuyas
y siéntelas en el seno de tus manos.

Escucha el canto de mi alma,
mira luego en torno tuyo
y verás que no estás sola,
como no estoy solo con tu canto.
Tu poesía que es la mía
y mis ansias que son las tuyas
como lo son mis palabras
y mis miradas y mis caricias en las tuyas.

¿CÓMO ERA?

Era como una rosa sin su aroma,
como el fuego sin sus llamas.
Era como el río sin su agua
como el agua del rocío.

Era como un cantor que no cantaba,
como una letra sin sonido.
Era como el pastor sin su rebaño,
como un niño sin su madre.

Era como un león sin su pradera,
como un pez en el acuario.
Era como una noche sin estrellas
como el clavel del aire en el vacío.

Como una paloma sin su vuelo, era,
como un sendero sin destino.
como una playa sin sus olas...
¡ Era como un hombre sin su cuerpo!

ENCUENTRO

Aquella tarde de verano nos buscamos.
Aquella tarde en que las agujas del tiempo
se encontraron, para detenerse
en su búsqueda intranquila...
aquella tarde nos buscamos
tal vez perdidos de impaciencia...
Aquella tarde nos buscamos
por esas calles vacías...
y nos encontramos al fin
en las borras de un café mal servido...
Aquella tarde de verano
el sol chocaba en el asfalto...
y nos buscamos,
nos buscamos en el tiempo,
en el tiempo detenido...

Aquella tarde de verano
en el tiempo interrumpido nos buscamos...
y no fue en vano, porque en aquella tarde
¡al fin nos encontramos!

VUELVO CONTIGO

¡Hola! Fuente de alegría,
¿me extrañabas?

Estoy de nuevo contigo
recordando todo lo vivido...
y todo queda impregnado de tu imagen,
de tu tibio calor.
Es difícil, imposible
tratar de alejarme de tu voz,
de tus gestos, de tu aliento,
de tus caricias y tus miradas,
de tus besos y tus enojos,
de tu tolerancia y tus caprichos,
de tu abrigo y tu arrogancia,
...de tu presencia.

Y porque yo también te extraño
¡vuelvo contigo!

Así, por medio de dos elementos:
el amor y mi pensamiento
¡vuelvo contigo!

Así, de esta forma
y también porque te admiro
¡vuelvo contigo!

SI MAÑANA DIJERA BASTA.....

Si mañana dijera basta
y mi amor se convirtiera
en un cinturón de hortigas,
que apretara tu cuello, ahogándote...

Si mañana dijera basta
y mi cariño se estremeciera,
sacudiendo tu cuerpo,
quebrando tu paso...

Si mañana dijera basta
a este tiempo ya vivido...
solamente pensaría.

Si mañana dijera basta
a todo ésto que hoy siento...
simplemente moriría.